La presencia de marcas, organizaciones y personas en el entorno digital ha incrementado exponencialmente los últimos años. Nuestra forma de interactuar con el público ha sido un factor clave en las decisiones o comportamiento que tienen con nuestra imagen virtual.

Los canales digitales funcionan para incidir y mantener una relación que pueda promocionarnos y fidelizarnos con nuestros clientes. A través de ellos conocemos la forma en que debemos relacionarnos de manera asertiva y lograr nuestro éxito. Pero ¿qué debemos tomar en cuenta antes de decidir abrir un canal digital para interactuar con nuestro público?

Para comenzar a crear nuestros canales digitales debemos elaborar un plan o estrategia con la que podamos tener claro el panorama y lograr de manera organizada y medible nuestros objetivos.

En este artículo enumeraremos algunos aspectos imprescindibles para conocer cuáles deben ser nuestros canales digitales y cómo comunicarnos a través de ellos.

Análisis de contexto actual:

Nuestro punto de partida siempre será nuestra posición y nuestro modelo de negocio. Debemos preguntarnos ¿dónde estamos ahora? ¿Qué hemos hecho con nuestra marca? ¿Qué han hecho nuestros consumidores, competidores o proveedores en nuestro mercado?

Además debemos conocer nuestras fortalezas y debilidades para enmarcar límites y nuevas posibilidades.

Objetivos:

Con un correcto análisis del entorno, debemos fijar objetivos que cumplan las necesidades de la marca. Sin los objetivos será difícil marcar la hoja de ruta que debemos tomar. Estos objetivos deberían ser medibles, relevantes y limitados en tiempo para poder presentar sus resultados.

Públicos:

¿A quién nos vamos a dirigir? ¿Cómo son ellos? Nuestro público es muy importante, pues es aquí dónde determinamos el lenguaje y la forma en que elaboramos nuestro mensaje. Pensar en el comportamiento del cliente lleva a crear estrategias exitosas.

Contenido o tipo de mensaje:

El contenido que vayamos a transmitir por estos canales debe ser atractivo y de interés para nuestro público. No se debe compartir cualquier cosa como parte del contenido, se debe pensar en qué quiere comunicar la marca y que quiere consumir la audiencia. El éxito está en saber cómo publicar, qué publicar y a qué hora publicar. Esto se extrae del análisis del entorno y el público.

Estrategia:

En este punto no existen reglas escritas. La estrategia siempre refleja la mecánica de la marca u organización. Acá definimos las metodologías que emplearemos para lograr nuestros objetivos en el tiempo establecido.

Aquí nos enteramos también cuáles son los canales digitales que nos serán útiles para lograr el alcance que deseamos. Además se incluirá en las acciones, la comunicación y el valor agregado que tiene la marca.

Innovación:

Por último, el paso más importante es poder combinar todos los elementos anteriores de forma innovadora, creativa y flexible. El comportamiento digital de los consumidores actuales es muy volátil y cambiante por lo que crear formas nuevas de enviarles un mensaje, nunca está de más.